Las prácticas anticompetitivas son acciones o conductas llevadas a cabo por empresas o grupos de empresas que tienen como objetivo limitar la competencia en un mercado. Estas prácticas pueden incluir acuerdos secretos entre competidores para fijar precios, dividir mercados, manipular licitaciones o restringir la producción de bienes y servicios. El propósito de estas acciones es obtener ventajas económicas a expensas de otros competidores y consumidores, alterando así las condiciones normales del mercado. Las prácticas anticompetitivas son consideradas ilegales en muchas jurisdicciones, ya que atentan contra los principios de libre competencia y pueden perjudicar tanto al consumidor, mediante precios más altos o menor variedad de productos, como a otros participantes del mercado. Las leyes y regulaciones antimonopolio están diseñadas para prevenir y sancionar este tipo de comportamientos, promoviendo un entorno competitivo más justo y eficiente.
Google ha presentado una queja contra Microsoft ante la Comisión Europea, acusando al gigante tecnológico de incurrir en prácticas anticompetitivas en el campo de los servicios en la nube. Según…